La ciudad de Oviedo es, según el Estatuto de Autonomía de Asturias, la capital del Principado de Asturias. Además es el centro comercial, religioso, administrativo y universitario de la región y la sede de la Archidiócesis de Oviedo. Ostenta los títulos de «muy noble, muy leal, benemérita, invicta, heroica y buena» que figuran en el escudo del municipio y así lo recoge una placa situada en la fachada del edificio del Ayuntamiento. El municipio de Oviedo es el segundo más poblado de la región con 220.6442 habitantes y estaría incluido en la llamada Área metropolitana central de Asturias, de 863.050 habitantes, y en el denominado ocho asturiano.
El gentilicio de los habitantes de Oviedo es ovetense, aunque popularmente también se les conoce como carbayones, en recuerdo de un árbol que fue durante muchos siglos símbolo de la ciudad. Un carbayo es un roble, un árbol que era sagrado par
a los antiguos astures y cántabros.
La ciudad de Oviedo surgió sobre una colina que los romanos llamaban Ovetao. Su fundador fue el rey asturiano Fruela I, hijo de Alfonso I de Asturias (éste fue el yerno y sucesor del rey Pelayo). Fruela I reinó desde el año 757 al 768.
No tenemos mucho tiempo y nos sentimos con el horario apretado, como cuando te bajas en puerto durante un crucero y tienes apenas horas para conocer lo más que puedas de un lugar.
Desde la plaza de la ESCANDALERA arriba de nuestro estacionamiento (aparcamiento), comenzamos primero por lo que resalta más a nuestro conocimiento con el ya nombrado Teatro Campoamor fundado en 1892. Estaba cerrado, por lo tanto nos quedamos solo con las fotos por fuera. Del otro lado de la avenida por la plaza, el Gran Campo de San Francisco, seis hectáreas de hermosos jardines y lagos con cisnes y c
uyo imagen me trae solo dos recuerdos, el primero, que esta es la ciudad donde nació mi Tío Pedro, el padre del compadre, y segundo, de mi infancia, la osa Petra, traída a este lugar cuando se formó un pequeño zoológico junto al oso Perico, y que falleciera según la historia en 1976. La memoria me traiciona, aunque creo haberla llegado a ver en alguna oportunidad, no lo puedo precisar, o si por lo contrario fueron las historias que con mucho cariño nos contaba el Tío Pedro ya en Venezuela, sobre la vida de esta famosa Osa de Oviedo.
Pasamos por un lado del teatro, por la calle Pelayo, llenas de esculturas que hace parecer un museo al aire libre. Si seguimos la secuencia de las fotos, veremos primero la obra “Culis Monumentalis”, y eso es, un culis monumental, obra de Eduardo Úrculo en el 2010. Por la calle Argüelles , “La Pensadora”, 1968, de José Luis Fernández, y “El Diestro” de Manuel Berrocal realizada en 1968 y colocada en la calle Palacio Valdés, todas en bronce.
Llegamos a
l Templo de San Juan el Real, obra del arquitecto Luis Bellido, con su capilla cineraria que el mismo había proyectado pero no logró construirla en su momento. Por la hora, presumimos, también cerrada. Tras las poses para la foto, seguimos caminando por las impecables calles de Oviedo que como datos curiosos, no se permite tener contenedores de basura en la calle y además en cada esquina tienen ceniceros-papeleras, porque también está prohibido hasta tirar colillas en la calle. Pasamos por el frente del C.C. SALESAS al que regresaremos más tarde a recargar nuestros teléfonos de VODAFONE y en busca de algún lugar para comer.
Ubicado en la céntrica calle del Nueve de Mayo, en terrenos donde antes estaba localizado el convento de las hermanas de la Visitación de Santa María, derrumbado para la construcción del centro comercial, quedando aún la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús o de Las Salesas, por el centro comercial, continuamos por la prolongación Caveda y realizamos la parada obligatoria para la foto.
Hacia la Catedral
En busca de la Catedral, motivo principal de esta visita a Oviedo, cuando comienza una ligera llovizna que va y viene pero obliga a caminar con los paraguas abiertos, hicimos una breve parada en la Plaza del Carbayón d
onde una serie de esculturas humanas de la artista madrileña Esperanza D´ors colocadas en 1997 con el nombre de “Monumento a la Concordia” y también conocida como “Cabeza de manifestación” sirvió como trasfondo para una fotografía de Baby, y como Tito no se puede quedar atrás, posó con “El regreso de Williams B. Arrensberg”, 1993, de Eduardo Úrculo, ubicado en la Plaza Porlier.
Por la calle Eusebio González Abascal llegamos a la gran Plaza Alfonso II, El Casto, en el cruce de la calle San Juan, con la esperada Catedral de Oviedo y la estatua de Alfonso II al lado.
La Santa Iglesia Basílica Catedral Metropolitana de San Salvador de Oviedo es una catedral de estilo fundamentalmente gótico, conocida también como Sancta Ovetensis, refiriéndose a la calidad y cantidad de las reliquias que contiene.
Comenzó a edificarse a finales del siglo XIII por la sala capitular y el claustro, y su construcción se prolongó durante tres siglos hasta el remate de la torre a mediados del siglo XVI. Posteriormente se añadiría una girola en el siglo XVII además
de diversas capillas anexas a las naves laterales.
La iglesia está emplazada en el lugar del anterior conjunto catedralicio prerrománico del siglo IX, alguno de cuyos edificios han sobrevivido. Por esta razón y lo dilatado de la construcción del edificio actual, éste contiene estructuras de estilo prerrománico (Cámara Santa), románico (bóvedas y apostolado de la Cámara Santa), renacentista (remate de la torre) y barroco (Girola, Capilla del Rey Casto y otras capillas).
La Cámara Santa, del siglo IX, está declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y alberga las joyas más preciadas de la catedral: las cruces de la Victoria y de los Ángeles, símbolos de Asturias y de la ciudad de Oviedo respectivamente, la Caja de las Ágatas y el Arca Santa que contiene un gran número de reliquias entre las que se encuentra el Santo Sudario.
El rey asturiano F
ruela I, mandó construir una basílica consagrada a San Salvador en el terreno donde hoy se encuentra la actual catedral de Oviedo. El momento exacto de la fundación es desconocido si bien gracias a una de las dos inscripciones fundacionales de la catedral de Alfonso II el Casto se puede atestiguar la fundación de la iglesia por parte de Fruela I.
El rey Alfonso II el Casto, hijo del anterior aunque no su sucesor, al trasladar la capital del reino a Oviedo, mandó edificar todo un conjunto de edilicios en los mismos terrenos, aprovechando algunos espacios de la antigua iglesia de San Salvador, y que responde al esquema urbanístico de la Alta Edad Media, quedando algunas fotos que denotan la majestuosidad del complejo religioso.
Unos recuerdos en una tienda de suvenires completa nuestra visita al casco histórico de Oviedo y de nuevo en la plaza de la Escandalera otra foto e
n la gran obra del colombiano Botero, “Maternidad”.
Tomamos de nuevo la camioneta, porque donde comer ya estaba cerrado y los muchachos querían “comida americana”, así que salimos a buscarlas por las afueras, no sin antes localizar en el mapa algunos puntos de interés que recordaba y tratar de buscar restaurantes en el camino, y así fue como pasamos por el nuevo campo de futbol del Real Oviedo, el nuevo Carlos Tartiere (idéntico nombre al antiguo) que está localizado en el barrio ovetense de la Ería. Tiene capacidad para 30.500 espectadores, todos ellos sentados. Además cuenta con un palco de honor y más de 200 asientos VIP . Fue inaugurado oficialmente el 20 de septiembre de 2000 con un partido amistoso entre el Oviedo y el Partizán de Belgrado.
Continuamos subiendo para ver lo que recuerdo fue un castillo medieval en las montañas alrededor de la ciudad con miradores que permiten increíbles vistas de Oviedo y sus nuevas construcciones. Así llegamos a mi d
estino, “Santa María la Real del Naranco”, una iglesia prerrománica asturiana situada a tres kilómetros de Oviedo, sobre la ladera sur del Monte Naranco que originalmente fue palacio del rey Ramiro I (no estaba yo tan equivocado).El edificio que hoy conocemos como Santa María del Naranco no se construyó como iglesia, se trata del edificio más representativo de un conjunto palacial suburbano construido por Ramiro I en el s. IX, y que por ausencia de trono, se cree que era solo para vacacionar.
Consta de dos pisos y trazado rectangular de 20 metros de longitud por 6 de ancho, resultando una planta bastante alargada. En sus lados mayores existen dos salientes de los cuales el del lado norte corresponde a una escalera de dos tiros por la que se accede a la planta superior y vemos con claridad en nuestras fotos tomadas en la m
archa.
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No sabemos si el hambre se fue, se olvidó o qué, pero ya que estamos aquí, seguimos subiendo hasta lo más alto para ver el Corazón de Jesús colocado en la cúspide del cerro El Naranco. Con algo de intermitente llovizna y curvas cerradas, en una de ellas la gran sorpresa para los chicos, una solitaria casa al borde del camino con hermosa vista de la ciudad de Oviedo y un letrero que dice “PARRILLA BUENOS AIRES”, lo demás no se lo cuento para que lo vean en las fotos, nunca había visto a Tito y Baby pedir una parrillada argentina con tanto entusiasmo porque el cuerpo les pedía “carne”, sin estar acostumbrados, ya no querían más bocadillos, tortillas, fabada ni nada por el estilo, aunque yo confieso que podría seguir comiendo lo mismo con muchísimo gusto todos los días y sobre todo si la acompaño con una “sidrina”.
Qué bueno qu
e hicimos la parada en este momento porque el tiempo se puso bien feo con una nube negra cubriendo toda la ciudad y que bien pudimos observar desde la ventana del comedor.
Con el tiempo ya mejorado y “la barriga llena” continuamos a ver el monumento del nacido en Cangas de Onís, Gerardo Zaragoza, hecho en piedra de 30 metros de altura e inaugurado en 1980, que posee una reproducción de la Cruz de la Victoria, de 5 metros de altura, de Rafael Urrusti .El montaje de la obra corrió a cargo del escultor ovetense José Antonio Nava Iglesias, quien hubo de realizar algunas piezas dañadas por el trasporte de la piedra hasta el lugar.
Avilés y Castrillón
Se hace tarde y las primas nos esperan en Gijón, así que comenzamos el camino de re
greso, pero por esas distracciones de carretera nos desviamos hacia Avilés sin darnos cuenta y ya que está a tan corta distancia aprovecharemos a enseñarle a los chico esta zona minera (Avilés) y
la playa de Salinas, (Castrillón) que con unos 84.000 habitantes está equidistante de Oviedo y Gijón en unos 25 km.
Poco pudimos ver por caer la noche, así que será en otra visita que entremos a su casco histórico, pudiendo pasar apenas por el gran puerto de Avilés y llegar a la hermosa playa de Salinas hasta el “Museo de las Anclas” al final de la misma, ya que el principio, más de 2 km. antes, es en la ría de Avilés. Algunas fotos en la noche con las anclas y las “tablas” de surf, pero con un inclemente viento frío que no nos dejó acercarnos a la punta de la “peñona” para poder disfrutar de mejores vistas de la playa y los acantilados.
Ahora sí, que las primas van camino al hotel a esperarnos y a nosotros nos faltan 25 km.
El REENCUENTRO familiar.
Sentimientos encontrados por tantos años sin justificado distanciamiento que no sabes que decir al tener de frente con quienes jugaste en la infancia, viviste con ellas y además son tu propia sangre. Después de las presentaciones, abrazos y alguna palabra, salimos a caminar en la fría noche atravesando el Parque Isabel la Católica para llegar a tomar unos Churros con Chocolate y yo un “vinín”, en no sé qué lugar cercano, pero muy bien atendidos, hasta que las únicas sillas que no estaban sobre las mesas eran las nuestras.
En tan poco tiempo conversamos de todo, la familia, los años de colegio, la vida actual, de la Tía Dioni, de la que ya hablé en algún momento y a quién no me atreví a visitar ni llamar cuando me dijeron que estaba algo sorda y posiblemente no me reconociera, así que prefiero recordarla dicharachera como la conocí y se refería a mí como “Poncho el rey de los póncholos”.
Llamamos al primo Chano, hermano de Lili, como había quedado con Herminia en la mañana, pero parece que está “envejeciendo” y era tarde para salir, así que será otra visita pendiente para otro viaje. No podía faltar el hablar de José Román, mi hermano y como ya saben falleció de repente en Maracaibo el 13 de este mes.
Mari Paz, quizás la que más tiempo tenía sin saber de ella, la hija del tío Carlos, el menor de los hermanos de mamá, y de la tía Mari Carmen, entrañable amiga de mi madre y que nos acompañó hasta el último día antes de partir para “América”.
Cuantas preguntas quedan en el aire, pero me prometió que aprendería a manejar internet, que no había querido hacerlo antes, para conversar más a menudo aunque sea virtual. Queda tanto por habla
r y tantas preguntas que no nos atrevemos a hacer, como preguntarle por su hermano César que veo en una foto pero no se hizo ningún comentario, quedando la duda de donde está o que pasó.
Lili, o Lilí, la mayor de las hermanas, la otra es Paquita, que está en Sevilla y con quién hablamos en este momento por teléfono y con la que más contacto tengo a través de la tecnología de redes, vive entre su apartamento en Gijón y su casa en Deva, dependiendo del clima que le caiga mejor a su esposo que está bastante delicado de salud. Con ella tuve contacto hace unos 20 años cuando vine a buscar a mamá y por eso creo que está “igualita”.
Su cara es la misma que recuerdo de la infancia y cuyas fotos nos muestran en estos momento y Tito les toma una reproducción con su cámara, incluso del abuelo, y que colocamos en el lado derecho o “sidebar” de este Blog.
Recordamos también al CHIQUI, que tendría mi misma edad si no nos hubiera dejado prematuramente a los 40 años.
Hasta Amelia salió en la conversación y a quién me hubiera gustado ver, la hija de Corzo, que en su granja de Peón, a pocos kilómetros de Gijón, pasaría algunos veranos y sembraría en mi el gusto por el campo y el ganado, con tanta influencia que llegué a graduarme de Ingeniero Agrónomo, y recuerdo como si fuera hoy en la casa de General Mola 40, que cantaba mucho y era muy divertida, siendo una de sus canciones preferidas y de moda en aquellos años, “Ansiedad” de Chelique Sarabía, y nos decía a mi hermano y a mí: “El autor de esa canción es de Venezuela, donde está vuestro padre…”
Hablamos de sus hijos e hijas, todos profesionales y con trabajos estables aunque fuera de Gijón, y mientras vamos caminando de regreso al hotel nos vamos despidiendo y aún cuando nos dijimos muchas cosas y hablamos de todo un poco, fueron más las que quedaron por decirse y no podremos esperar otros 50 años para vernos, así que mientras las acompañé hasta el “coche” de Lili estacionado cerca del hotel, hice promesas de volver pronto y creo que Alicia y los muchachos no tendrán ningún inconveniente en acompañarnos y comenzaremos el viaje con visita a la familia…..Largo y emocionante el día de hoy, que como de costumbre lo dejamos plasmado en la
GALERÍA FOTOGRÁFICA y el VIDEO…
Mañana dejaremos Gijón con un grato recuerdo doble, el haber vuelto al “pueblín” y que les haya agradado a los hijos.