Bien abrigados por el frio y con el paraguas bajo el b
razo por la amenaza de lluvia, salimos los cuatro caminando hacia el imponente Santiago Bernabéu ya con entrada en mano y la puerta definida para no hacer el papel del montuno en Madrid. Pasamos por donde estaban reunidos súper alegres los fanáticos del REAL SPORTING DE GIJÓN, que por haberse atrasado el juego para el sábado, permitió a muchos de sus seguidores viajar hasta la capital española a aupar a su equipo.
razo por la amenaza de lluvia, salimos los cuatro caminando hacia el imponente Santiago Bernabéu ya con entrada en mano y la puerta definida para no hacer el papel del montuno en Madrid. Pasamos por donde estaban reunidos súper alegres los fanáticos del REAL SPORTING DE GIJÓN, que por haberse atrasado el juego para el sábado, permitió a muchos de sus seguidores viajar hasta la capital española a aupar a su equipo. La emoción fue muy grande para todos, ya que, por primera vez entrábamos a un partido en este estadio y nada más que para ver jugar el Madrid contra el Gijón, al que creo me llevó una vez el abuelo “papito” a verlo jugar en el Molinón, estadio del SPOTING en Gijón, por supuesto en los años 50.
Todo nuevo para nosotros, desde los gritos en las tribunas altas de las barras del Gijón, que fueron los únicos que mantuvieron animado el estadio, hasta la impresión de ver a todo el mundo en el receso, sacar su “bocadillo” y comer como cualquier merienda. Unos de jamón, otros de chorizo o tortilla, y para no quedarnos atrás,
Tito salió a comprar unos bocadillos de jamón y queso para nosotros acompañados con coca-cola. El primer tiempo quedó empatado a “0” y a los pocos minutos del segundo tiempo el Gijón abre el marcador justamente estando nosotros diagonal por la parte de atrás de la portería defendida por Casillas, y poder disfrutar este primer GOL, pero solo por segundos, ya que aún no se habían sentado todos los aficionados cuando el Madrid empata el juego y remata con dos más para dejar el resultado 3x1.
De todas maneras la emoción fue muy fuerte y quedamos satisfechos con el resultado y ver por primera vez estos dos equipos en un estadio que no le cabía una persona más.
Al salir, de hecho con gran facilidad y rapidez, la alegría seguía en la calle ante una gran vigilancia policial a pié, motorizada y a caballo.
De nuevo caminando y soportando el frio nos devolvimos al hotel a preparar maletas para continuar mañana a Barcelona vía Zaragoza.
Se tenía pensado pasar por Valencia, pero necesitaríamos un día más para llegar a Gijón en la fecha prevista. Como de costubre al lado LA GALERÍA FOTOGRÁFICA y el VIDEO.
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| En el Santiago Bernaveu, Madrid-Gijón |
