La Romareda es el nombre del estadio de fútbol en el que juega el Real Zaragoza. Pertenece al Ayuntamiento de la ciudad de Zaragoza y fue inaugurado el 8 de septiembre de 1957 con el partido Real Zaragoza - Osasuna (4-3).
El estadio ha sido remodelado varias veces. En 1977 se terminaron de construir los nuevos graderíos cubiertos y en 1982 con motivo de la Copa Mundial de Fútbol de 1982, se construyeron las cubiertas de general sentado. Finalmente en 1994 el campo alcanzó su aspecto actual tras la reforma que sirvió para que todas las localidades fueran de asiento.
El estadio ha sido remodelado varias veces. En 1977 se terminaron de construir los nuevos graderíos cubiertos y en 1982 con motivo de la Copa Mundial de Fútbol de 1982, se construyeron las cubiertas de general sentado. Finalmente en 1994 el campo alcanzó su aspecto actual tras la reforma que sirvió para que todas las localidades fueran de asiento.
Fue una de las sedes de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 para jugar partidos de fútbol.
Su capacidad oficial es de 34.596, con una afluencia media de 28.000 personas en los partidos del Real Zaragoza.
El estadio está situado al sur de la ciudad de Zaragoza, en el barrio La Romareda del distrito Universidad. El lateral oeste está en la calle Eduardo Ibarra, el fondo norte en la calle Luis Bermejo, el lateral este en el paseo Isabel la Católica y el fondo Sur en la calle Jerusalén.
Próximos al estadio se encuentra el Campus Plaza San Francisco de la Universidad de Zaragoza, los hospitales Miguel Servet y Clínico Lozano Blesa, y el Auditorio de Zaragoza.
Por cierto, debido a los trabajos entre el estadio y el hospital, es prácticamente imposible llegar en carro (coche para los españoles) por lo que, y recomendado también por la chica del estadio y la del hotel, decidimos dejar nuestra camioneta en el hotel y pedir un taxi para la ida que apenas costó unos 4 euros pero debido al tráfico nos dejó a unas dos cuadras de La Romareda.
Entre las calles rotas, el gentío tratando de entrar todos a la misma hora y estar en la puerta opuesta a la nuestra, casi nos llevó más tiempo entrar al estadio que el viaje del hotel hasta aquí.
Viniendo de una organización casi perfecta en el Santiago Bernabéu, a este desastre organizacional más parecido a un juego UNIÓN vs TÁCHIRA en nuestro Pachencho Romero, por fin entre empujones encontramos nuestras localidades en un estadio a nuestro parecer bastante descuidado en lo que entradas, áreas anexas y tribunas se refiere, pero un público que no paró de aupar a su equipo e insultar con palabras y gestos impublicables al contrario, sobre todo a Messi, Puyol y Valdéz, y por su puesto a los árbitros cuyas “madres” estaban permanentemente en el terreno de juego.
Casi totalmente lleno, con emocionantes pancartas y la bandera formada por todo el público, en los dos goles que metió el de la casa parecía que se caía el estadio. No faltaron los “bocadillos”, los gritos, los aplausos y la alegría. Una buena noche de juego que terminó cerca de las 12 y poco a poco esperando el autobús o un taxi, caminamos casi una hora hasta el hotel, no sin antes intentar comer en un McDonald, lamentablemente cerrado para Tito, conformándonos con otro “bocadillo” en la tienda de la gasolinera al lado del hotel. Luego a dormir y mañana para Barcelona…..La Galería Fotográfica y el video complementan esta información….
Viniendo de una organización casi perfecta en el Santiago Bernabéu, a este desastre organizacional más parecido a un juego UNIÓN vs TÁCHIRA en nuestro Pachencho Romero, por fin entre empujones encontramos nuestras localidades en un estadio a nuestro parecer bastante descuidado en lo que entradas, áreas anexas y tribunas se refiere, pero un público que no paró de aupar a su equipo e insultar con palabras y gestos impublicables al contrario, sobre todo a Messi, Puyol y Valdéz, y por su puesto a los árbitros cuyas “madres” estaban permanentemente en el terreno de juego.
Casi totalmente lleno, con emocionantes pancartas y la bandera formada por todo el público, en los dos goles que metió el de la casa parecía que se caía el estadio. No faltaron los “bocadillos”, los gritos, los aplausos y la alegría. Una buena noche de juego que terminó cerca de las 12 y poco a poco esperando el autobús o un taxi, caminamos casi una hora hasta el hotel, no sin antes intentar comer en un McDonald, lamentablemente cerrado para Tito, conformándonos con otro “bocadillo” en la tienda de la gasolinera al lado del hotel. Luego a dormir y mañana para Barcelona…..La Galería Fotográfica y el video complementan esta información….
En la Romareda, Zaragoza-Barcelona |