Este Blog se comenzó a escribir al terminar el viaje. No sé el motivo de no hacerlo en tiempo real, pero siento la obligación de compartir con familiares y amigos íntimos todas las emociones que sentí disfrutando con mi esposa Alicia, e hijos, Tito y Baby, estos 14 días por lugares de España y el sur de Francia, y sobre todo el reencontrarnos en mi “pueblin” natal, Gijón, con los primos que compartí mi infancia (1951-1960) hace50 años, y sobre todas las cosas, que mis hijos lo disfrutaran como creo que lo disfrutaron.
Con amor a ellos todos y a la memoria de mis padres y tíos que no están con nosotros y a mi hermano José Román que nos dejó unos días antes de comenzar el viaje.

sábado, 27 de marzo de 2010

Gijón, primer día en "Mi Pueblín"


Bajamos temprano a desayunar, por supuesto sin los chamos que se levantan más tarde, y salimos a respirar el frío aire en una inusual mañana de resplandeciente sol, en este primer día en el “pueblín” que me vio nacer en 1951, y partir, en 1960, con mi madre y hermano hacia Santander, para tomar el buque Monserrate con destino a Caracas, Venezuela, donde tres semanas después nos recibiría nuestro padre y esposo y trasladarnos por avión a lo que sería y será hasta hoy mi Maracaibo querido, pero es imposible y sería injusto no sentir la emoción que siento de estar en esta maravillosa tierra de nuevo, que tantos recuerdos me traen y que con gran orgullo quiero enseñar a mis hijos. Regresé unas vacaciones a los 15 años, una semana a los 37 y por dos días a un congreso de turismo hace cinco años aproximadamente, esta vez con Alicia en unos lluviosos días, pero no recuerdo haber sentido tanta emoción como la que siento hoy esperando que bajen los hijos para comenzar a enseñarles los caminos de mi infancia.

“Gijón (en asturiano Xixón y oficialmente: Gijón / Xixón) es una villa costera española situada al norte del país. Es la capital del concejo asturiano del mismo nombre, el más poblado de dicha comunidad autónoma (280.462 habitantes, 1 de enero de 2010). Es conocida por antonomasia como la capital de la Costa Verde.

Hasta fechas recientes, había sido una ciudad eminentemente industrial, lo que había favorecido su gran desarrollo y crecimiento a lo largo del siglo XX; no obstante, durante los últimos años la crisis de la siderurgia y el sector naval ha supuesto su reconversión en un importante centro turístico, universitario y de servicios…”(Wikipedia-ver más)

Una vez todos en el vehículo, le pedimos a “Letizia” que nos lleve a la Calle Alarcón, la calle de mi infancia, No. 22, segundo derecha, completa la dirección donde nacimos mi hermano y yo, y que por un tiempo vivimos “La Buela”, Tía Dioni con mis cinco primos, Pupi, Chano, Chiqui, Lily y Paquita, mi madre Maruja y mi hermano José Román. Un lapsus mental de confusión con nuestra segunda casa en General Mola, hoy carretera de la Costa, el número era 22 y no 40 como pensé en el momento cuando les mostraba las reconstruidas construcciones a mis hijos y que plasmamos en las primeras fotos de la Galería Fotográfica de hoy. A pocas calles, mi colegio, casi igual que en los años 50, bien cuidado, pequeño, limpio, enclavado en la ciudad y con el nombre actual de Colegio Los Campos, presumo que por ser el sector del que recuerdo el Cine Los Campos (Campos Elíseos) de mi época, diagonal a la Iglesia de Los Capuchinos, y que en otrora, mis tiempos de escuela, que recuerdo momentos como si fuera hoy, era la época de Franco y se conocía con el nombre de Grupo Escolar Héroes del Simancas.

Pudimos andar con bastante facilidad en el carro, ya que es sábado y el tráfico es casi nulo, que nos facilitó pasear por el boulevard del Muro y entrar por los lados de la Iglesia San Pedro al comienzo de la Playa San Lorenzo, barrio de Cimadevilla, hasta el cerro Santa Catalina y lograr un buen puesto de estacionamiento en la bajada hacia el Puerto Deportivo.

Comenzamos nuestro recorrido por este histórico barrio gijonés. Cimadevilla (Cimavilla en asturiano y oficialmente) es un barrio situado en la vertiente sur del Cerro de Santa Catalina, o de La Atalaya. Constituye la parte más antigua de la ciudad, pues existen vestigios arqueológicos pertenecientes a la época del Imperio romano, en especial las Termas, de recientes descubrimientos.
Su situación en un cerro amurallado, que quedaba aislado al subir la marea, hizo de Cimadevilla una plaza fuerte de cierta importancia, hasta su destrucción durante la Guerra de Sucesión entre Pedro I y Enrique II.
La construcción de un puerto comercial en el fondeadero situado al oeste a partir de comienzos del siglo XVI, transforma al barrio en lugar de residencia de marineros y causa la expansión de la ciudad hacia el sur. En sus acantilados del este se construyó el Real Club Astur de Regatas, con la primera piscina de Gijón, a principios del siglo XX.

En la actualidad sus viviendas han sido rehabilitadas en su mayor parte y, tras haber sido transformado el puerto viejo en puerto deportivo, se ha convertido en barrio residencial, comercial y de ocio. La parte alta del mencionado Cerro de Santa Catalina es en la actualidad un parque coronado por la escultura «Elogio del horizonte», obra del escultor Eduardo Chillida.
Comenzamos bajando las escalinatas hasta el muro de contención o rompeolas del puerto Deportivo, que en mis años de vivencia por estos lares veníamos a ver “romper las olas” y mojarnos, a pesar de significar una paliza al llegar a casa, y que en aquella época protegía el Puerto de Pescadores en el residencial marinero barrio de “Cimavilla”.
Continuamos con la escultura “NORDESTE” de Joaquín Vaquero Turcios, escultor, pintor y arquitecto madrileño fallecido el 16 de este mes y año en Santander, Cantabria. Significando la unión de la ciudad con el mar, esta obra de 4 metros de alto por 5 de ancho está construida con planchas de acero superpuestas, unas planas y otras irregulares, corroídas por el viento y el salitre, con huecos grandes que permite el paso de la luz. Al fondo el mar y el puerto del Musel en el Mar Cantábrico, con actividades comerciales, con transporte de mercancías y de viajeros, pesqueras y de recreo.

Continuamos ascendiendo entre las ruinas de la fortaleza rescatadas algunas para que quede constancia en la historia, Muralla de Defensa, la obra más importante de los romanos que está datada entre los siglos III y IV. La muralla tenía unos 850 metros de recorrido y albergaban en su interior el poblado romano existente. La muralla contenía además torres de defensa y vigilancia semicirculares. Hoy esta área está convertida en un parque deportivo donde puede hacer ejercicio al aire libre con aparatos de gimnasia, pista de patineta y cancha de futbolito a la orilla de los acantilados.
Seguimos la colina hasta llegar al centro del cerro Santa Catalina, con el nuevo icono de la ciudad, el “Elogio al Horizonte” de Eduardo Chillida Juantegui (San Sebastián, 10 de enero de 1924 – San Sebastián, 19 de agosto de 2002) quién fue un escultor español del País Vasco que deja plantada con esta escultura de hormigón de 10 metros de altura y 500 toneladas de peso en el lugar donde hace veinte siglos se estableció la ciudad y donde en su interior suena la “música” del viento y que fuese instalado en 1990.

Bajando por la verde colina con hermosas vistas de la Providencia y la Playa de San Lorenzo pasamos por el Real Club Astur de Regatas, uno de los clubes náuticos más importantes de España, junto con el resto de miembros de la Asociación Española de Clubes Náuticos que fue fundado el 10 de septiembre de 1911 en este barrio de Cimadevilla, siendo por lo tanto, una de las instituciones más antiguas del municipio. El Rey Alfonso XIII aceptó, poco después de su fundación, la Presidencia de Honor, y participó en las regatas de 1912 y 1913.
Aquí en Cimadevilla, donde los chicos se tomaron la foto, mantiene la sede social, con sala de juntas, oficinas, restaurante, cafetería, terraza, pabellón de cristal, piscina, solarium, gimnasio y sauna. En la calle Corrida se encuentra la biblioteca, las salas de juegos, sala de televisión, y cafetería. En el puerto deportivo se sitúa la Escuela de Vela del Club, con vestuarios, oficina, pañol y zona de varada.

Por detrás de la Iglesia de San Pedro nos situamos un rato en la escalera “0” con vista a un grupo de pescadores de acantilado y el Club Astur a la izquierda, Providencia de frente y la Playa de San Lorenzo a la derecha. Continuamos caminando hacia la plaza de la Iglesia, por donde subimos temprano en el vehículo, para entrar en ella, que también buenos recuerdos trae, y notar la preparación que están haciendo para una boda y por supuesto para los actos de la Semana Mayor.
La Iglesia de San Pedro Apóstol Mayor fue construida sobre otra del siglo XV de estilo gótico, en la que fue bautizado Jovellanos. Está en el punto más al norte de la playa de San Lorenzo en Campo Valdés. Esta construcción reemplazó a otra anterior, consagrada también a San Pedro, a la que se equiparía en los dos siglos siguientes con capillas y torre. Hasta 1893 fue el único templo parroquial de la villa de Jovellanos. La guerra civil española de 1936 acabó por arruinar la primitiva iglesia, cuyo solar fue utilizado para levantar una nueva, basándose en el proyecto de los hermanos Somolinos, Francisco y Federico, ganadores del concurso convocado al efecto en 1945. Los trabajos concluyeron 10 años más tarde.
Como en las afueras se estaban preparando unos “gaiteros” para recibir a los novios, mientras esperamos para oírlos tocar, algo nuevo para los chicos, entramos debajo de la plaza, y esto nuevo para todos, a las Termas Romanas, baños públicos con estancias reservadas para actividades gimnásticas y lúdicas en la época románica. También eran considerados lugares de reunión y a ellos acudía la gente que no podía permitirse tener uno en su casa, como los plebeyos o los esclavos. A veces los emperadores o los patricios concedían baños gratis para el resto de la población. Perfectamente preservados y restaurados, tras un corto video de su descubrimiento, restauración y posterior construcción de la placa que da origen a la plaza en la que estábamos arriba, hicimos un breve recorrido por este camino de historia que también dejamos reflejado en alguna fotografía.
Situadas en Campo Valdés, pertenecen al yacimiento arqueológico de Cimadevilla. Son una construcción de carácter público datado entre los siglos I y II. En el siglo II se inicia una reforma y ampliación de las mismas como demuestran zócalos, mosaicos o pinturas murales como pudimos observar. Las del siglo I D.C., están marcadas por diferentes ambientes, uno frío, donde está el vestuario y una habitación, una zona templada, y al final la cálida con piscina, todo ello calentado por un sistema subterráneo. Algunas zonas están decoradas con frescos.
Como dato curioso se descubrió hasta una tumba, y no se sabe que más puede haber debajo de la Iglesia de San Pedro. Arriba en la plaza, una estatua de César Augusto recuerda a la población la época romana que está debajo.

Primer día en Gijón, Barrio Cimadevilla y alrededores.

Después de esperar a que llegase la “novia” y escuchar un rato a los “gaiteros”, continuamos en este asoleado día nuestra caminata, pero ahora en busca de algo de comer porque son cerca de las dos de la tarde y entre una y otra cosa parece que se nos olvidó que los chicos no habían desayunado y quería buscar un buen restaurant, nada de tapas.
Visitamos alguna “sidrería”, que solo les sirvieron para la foto, y recorrimos la Plaza Mayor con su edifico emblemático del Ayuntamiento de Gijón.La casa-palacio de Jovellanos convertida en museo que data de finales del siglo XV, perteneciendo desde entonces a la familia de Jovellanos , cuando Juan García de Jove (1460-1525) construye el primer edificio. La casa sufre dos reformas, la primera en el siglo XVI y la última en 1758 por el padre de Jovellanos. En la actualidad presenta dos torres a los lados con un edificio que las une, tiene anexa una capilla, Los Remedios, en dónde está enterrado, y por delante está la plaza que se denomina «Plaza de Jovellanos». El día 27 de diciembre de 1983 fue declarado Monumento Histórico Artístico.

El emblemático Palacio de Revillagigedo o del Marqués de San Esteban del Mar que está situado en la plaza del Marqués de San Esteban al lado de la Colegiata de San Juan, con su pozo “de la dicha” enfrente. La fundación del edificio se debe a Carlos Miguel Ramírez de Jove, primer marqués de San Esteban del Mar del Natahoyo,[1] quien lo mandó construir en 1704 aprovechando la torre medieval existente. La obra finalizó en 1721. La capilla anexa al palacio está dedicada a San Juan Bautista.
Desde la estatua de Pelayo mirando hacia el puerto deportivo, Tito observa la palabra RESTAURANTE, y mientras fui a completar el ticket de estacionamiento, para nada porque a partir de las dos del sábado es gratis, nos reunimos en la puerta del viejo espacio de pescadores hoy convertido en Restaurante El Puerto que sin pensarlo dos veces entramos a almorzar con una agradable vista de la marina. Pero si agradable era la vista, la atención del personal de mesa y la comida es verdaderamente de 5 estrellas. Comimos de maravilla, así que ya la cena puede ser algo tarde, como de hecho lo será, porque vamos a salir con los compadres y ellos son de cenar cerca de las doce, por lo tanto estamos preparados. Como quedamos en vernos a las ocho, caminamos un rato más por los alrededores del puerto deportivo para “bajar” la comida y a eso de las cuatro de la tarde continuamos nuestro camino en el “coche” para darle la vuelta a Gijón y pasar al área de la Providencia.
Puerto Deportivo y almuerzo en "El Puerto", excelente

 Pasamos por la playa artificial de Poniente, algo completamente nuevo para mí. Es una de las tres con que cuenta la ciudad de Gijón. Fue creada a mediados de los años 1990. Las otras dos son la de San Lorenzo y la del Arbeyal (el concejo de Gijón cuenta con otras seis). Se encuentra en la parte oeste de la ciudad, en la zona del barrio de Fomento, con el puerto deportivo como límite oriental y el barrio del Natahoyo como límite occidental. Tiene una longitud de unos 500 metros y una superficie de unos 140.000 metros cuadrados en bajamar y unos 60.000 en pleamar. Es muy concurrida y de fácil acceso, con una amplia escalinata central y acceso para personas con dificultades de movilidad, y con presencia del equipo de salvamento en temporada veraniega. Tiene un área exclusiva para Talasoterapia.

Continuamos por el Museo del Ferrocarril de Asturias en el barrio del Natahoyo, junto a la playa de Poniente, considerado uno de los museos más importantes de Europa en su género. El Museo dispone de Salas de Exposiciones Temporales, Centro de Documentación propio (con biblioteca, hemeroteca, archivo documental y archivo de imágenes), salas de actividades, talleres para escolares, tienda y facilidades para personas con movilidad reducida. Varias veces al año, se encienden para su exhibición las locomotoras de vapor que conserva en estado operativo, en las llamadas Jornadas del Vapor.

Hacia La Providencia

Pasamos por el frente de la Plaza de Toros de El Bibio, inaugurada en 1888, siendo edificada en estilo neo mudéjar, en las afueras de Gijón por aquel entonces, junto a la carretera de Villaviciosa, siguiendo el modelo de la plaza de toros de Madrid, hoy desaparecida. La construcción de la plaza se inicia en el año 1886 bajo la dirección del arquitecto Ignacio de Velasco y el diseño de Carlos Velasco Peyronnet Las obras se concluyen y la plaza se inaugura dos años más tarde. Así el 12 de agosto de 1888 se celebra la corrida de inauguración a cargo de los diestros Luis Mazzantini y Rafael Guerra, Guerrita. En la guerra civil fue destruida y en 1997 se completa una profunda restauración. El 20 de marzo de 1992 fue declarada Monumento Histórico Artístico.

Visitamos el Parque Isabel La Católica, hoy casi en el medio de la ciudad, pero en mis tiempos en las afueras y sitio obligado de todos los fines de semana, que se extiende de norte a sur desde el río Piles hasta la avenida de Torcuato Fernández Miranda. En él se encuentran obras escultóricas de M. Alvarez Laviada como Diana Cazadora, Las Driadas y otras, de Amaya (La Maternidad...), primer monumento mundial a Fleming, etc., y a un lado el Estadio del Real Sporting de Gijón, El Molinón, el primer estadio de futbol español con partidos internacionales que ya se menciona en los libros desde 1908.
Estacionamos un momento en la calle entre el Molinón y el Parque, para dirigirnos al estacionamiento del “Pueblo de Asturias” y de La Feria de Muestras, a presenciar una competencia de habilidades en pequeños vehículo que observamos por un rato y compartimos con un entusiasta público.

De aquí bajamos por la orilla del río Piles para pasar frente al hotel y recorrer el otro lado de la Playa San Lorenzo, Casablanca, y de frente toparnos con el Hospital Marítimo, de los Hermanos de San Juan de Dios, los mismos que están en Venezuela y que de repente me vino el recuerdo de la primera operación que le hicieron a José Román por su problema de polio en la pierna izquierda cuando tenía 2 o 3 años. La segunda se la hicieron en el Hospital Clínica San Rafael, de la misma congregación, en Maracaibo quizás a los 8 o 9 años.

El Molinón y Pueblo de Asturias.

Como tuvimos que dejar el carro mal estacionado por problema de espacio, nos bajamos solo Baby y yo a contemplar el panorama y tomar alguna fotografía en el sector de Los Mayanes. A lo lejos la escultura a la “Madre del Emigrante” de Ramón Muriedas, apuntando hacia el horizonte en homenaje a las madres de todos los que emigraron hacia otras tierras, colocada en 1970 en el Parque El Rinconín. Después de pasar el hermoso parque lleno de niños y familias disfrutando de un día de sol, serpenteando entre los verdes campos llegamos a la pequeña capilla de La Providencia y observar lo poco que queda de lo que antes fueran hermosas granjas.

Una que otra vaquita y un par de horrios entre las grandes mansiones residenciales que son hoy las construcciones en esta verde colina con inmensos acantilados e impresionantes vistas del Mar Cantábrico y de Gijón al oeste, tanto desde las afueras de la capilla, como desde la nueva infraestructura con un impresionante mirador de concreto en el moderno Parque La Providencia.

Mucho frío y viento que Alicia se quedó en el carro mientras nosotros observamos a unos jóvenes intentar lanzarse en “parapente” y tomar alguna foto desde y hacia el mirador y de alguna de las modernas esculturas del parque como “Paisaje Germinador”, estatua en bronce de Miguel Ángel Lombardia.

La llamada por teléfono de los compadres nos recordó la cita de esta noche, pero quedando todavía algo de luz solar, le pedimos a nuestra fiel “Letizia” que nos lleve desde la Providencia hasta la Universidad Laboral de Gijón, hoy Laboral Cultural.

Si subimos serpenteando, bajamos de igual manera, pero ahora entre estrechas calles y mansiones monumentales que nada tienen que envidiar a las “Hollywoodenses” casas de los artistas, cuando en uno de esos cruces que nos sabes que paisaje mirar, una CHIGRERÍA-MERENDERO (CHIGRE es el lugar que expende SIDRA natural). Que mejor momento para que los chicos prueben nuestra “SIDRA” y vean el servicio de “ESCANCIADO”, entiéndase servir la sidra que tiene que ser “escanciada”, o sea en un vaso de boca ancha colocado en una mano cuerpo abajo y en la otra la botella bien alta, hacer que el líquido golpee en la boca del vaso y produzca la espuma necesaria para que quede lo suficientemente agitada para destape su olor y sabor característico, pero que “fiasco” cuando el empleado entre excusas sanitarias y modernas, comenta que eso no se usa en lugares cerrados y nos coloca en la botella el “barrilito” que verán en las fotos y a través de un contacto con el vaso, como si fuera la fuerza de un sifón gasificado antiguo, la sidra sale de la botella al vaso “suficientemente” agitada.
No les cuento que pasó cuando la probaron pero en las fotos lo sabrán, por lo que me tomé la botella yo solo, Baby agua, Alicia chocolate y Tito para variar Coca Cola, eso sí, con una buena ración de jamón serrano y aceitunas. Si vemos a la Guardia Civil tendremos que cambiar de conductor porque bien estricto si son aquí con la bebida.
La Providencia con una "sidrina"

Continuamos hacia la Laboral aunque llegamos ya oscureciendo y no fue mucho lo que aprovechamos, pero lo que sí es seguro es que los muchachos quedaron bien impresionados. La Universidad Laboral de Gijón se encuentra situada en la parroquia de Cabueñes, a poco más de tres kilómetros del centro urbano. Construida entre 1946 y 1956, es la obra arquitectónica más importante realizada en el siglo XX en Asturias y es considerada, con sus 270 000 m², el edificio más grande de España.

El objetivo fundacional concreto fue el de formar a niños huérfanos de padres víctimas de accidentes laborales en la minería, para lo que se proyectó un edificio que pudiera atender a mil alumnos y que contara con las distintas dependencias requeridas para el desarrollo de la vida estudiantil, como residencia, escuela, talleres industriales, granja, instalaciones deportivas o campos de cultivo. La Iglesia es sin duda el edificio más espectacular del conjunto arquitectónico de la Universidad Laboral. Con una superficie de 807 m², es la Iglesia de planta elíptica más grande del mundo. El Teatro presenta una fachada de estilo helenístico y de dimensiones similares a las del Partenón. La TORRE con una altura de 120,00 m, responde al modelo de la Giralda de Sevilla. Un ascensor interno permite acceder al mirador, sin duda la mejor atalaya de Gijón. Hoy funciona como LABORAL Ciudad de la Cultural.

Antigua Universidad Laboral de Gijón
Ya oscuro nos vamos, dejamos la Universidad atrás, y en lo que en otra época era salir a un día de campo desde Gijón a la Universidad, ahora en menos de 10 minutos ya estábamos de vuelta en el hotel, llegando casi simultáneamente con los compadres que nos reunimos en el lobby del mismo y dispuestos a caminar el Gijón nocturno...
Gijón de noche...
Como ya habíamos pasado por la Calle Alarcón, les pedí a los compadres que nos llevaran a General Mola 40, donde vivimos desde que papá se fue a Venezuela hasta que nos fuimos nosotros, con mis abuelos paternos y la Tía Vale (abuela de Pedro).

Con razón “Letizia” no la encontraba. Por ser nombres de generales de la época franquista todas las calle cambiaron de nombre y ahora es carretera de la costa, así que pasamos por el hoy remodelado edificio con recuerdos inolvidables de esos días cuando con una peseta le buscaba una botella de vino de barril en la tienda de abajo a mi abuelo “Papito” o en la esquina en la antigua Casa de Socorro, cuando me cogieron dos puntos en el dedo pulgar de la mano derecha, causada por un tirón que mi abuela materna hizo de un colador con el que jugaba al fotógrafo.

El cine los Campos o Campos Elíseos ya desaparecido, diagonal a la Iglesia de los Capuchinos donde hice mi Primera Comunión, recordando en ese momento que hasta una poesía recité subido en la banca de la iglesia como parte del acto de ese domingo y las fotos en las afueras al terminar la comunión.

Caminamos por el Paseo Begoña, donde en el Café Dindurra cenamos la primera noche, con su Teatro Jovellanos, inaugurado en el verano de 1883 por iniciativa de Manuel Sánchez Dindurra, y cuya monumentalidad de la fachada no encuentra correspondencia en los edificios laterales.

La fuente y el área de esparcimiento infantil, su vieja instalación de bandas, y la Iglesia de San Lorenzo, de fachada con pórtico tradicional de gablete y rosetón central construida entre 1896 y 1901, sobre terrenos del ensanche (calle Cabrales, esquina a Covadonga), en zona de antiguas fortificaciones, complementan este hermoso Paseo de Begoña.

Pasamos frente al CASINO de Gijón y doblamos en la calle los Moros para circular por la calle Corrida y recordar el Mc Donald donde cené con Alicia hace 4 años en medio de un gran aguacero. Muchas tiendas de marca y sobretodo de ropa infantil, con tan buena suerte que todas “estaba cerradas”, para dirigirnos solo a pasear a la Ruta de Las Tapas, con gran ambiente y mucha gente joven y familias tanto dentro como fuera, a pesar del frío, en todos los establecimientos y a solo pasos de la Playa de Poniente y el Puerto Deportivo
Perdimos la cuenta de tantas plazas y calles que pasamos y fue Baby la que nos recordó que llevamos casi tres horas caminando, pero de verdad que casi todos los sitios que entrábamos estaban llenos como si fuera verano.

Cruzamos la calle frente al Palacio Revillagigedo, el Ayuntamiento y la Plaza Mayor, que, aunque en pequeño, muy similar a la de Madrid en su arquitectura. y entramos en un lugar cuyo nombre no recuerdo pero si por la imagen de quién parece ser nuestro José Gregorio Hernández.

Por un costado de la IGLESIONA o Iglesia del Sagrado Corazón pasamos hasta la recordada Plaza de San Miguel donde tantas veces nos trajeron de niños a la Cabalgata de los Reyes Magos cada 6 de enero, con el mismo KIOSKO donde comprábamos las golosinas, los “cromos” y los “teveos” (Barajitas y libros de historietas).
Notando en el suelo la marca del Camino de Santiago, llegamos al que sería, ya cerca de las 12 de la noche, para mí el mejor lugar donde pudimos cenar.
SIDRA escanciada, calamares rebozados, “parrochines” (sardinas fritas) y Tito una buena cazuela fue el menú de la noche. Más típico imposible y los chicos pudieron ver como se escancia la sidra, y como no tenemos que manejar, si la memoria no me falla, creo que fueron 4 botellas de Corona que nos tomamos entre los compadres y yo, porque hay que ver que Sara nos mantiene el ritmo.
Gijón de noche con los compadres.
 Pedro y Sara nos acompañaron hasta el hotel caminando por el Muro que está bastante cerca de donde cenamos en la SIDRERÍA ASTURIAS, y de hecho también bastante cerca de la casa de ellos, así que nos despedimos hasta mañana domingo que visitaremos los Lagos y Covadonga.
Ya Mari Cruz me dio los teléfonos de Lily, Chano y Mari Paz, pero es muy tarde para llamarlos hoy, así que mañana nos pondremos de acuerdo a ver si conversamos un rato, aunque les confieso que tanto tiempo sin escucharlos me genera una sensación que no se describir, sobre todo por saber cómo sigue la Tía Dioni, la gran sobreviviente de los cuatro hermanos que completaban, Carlos, Saro y Maruja.